En esta décimo segunda entrada
del blog voy a tratar la cuarta película de Bourne, la primera en la que no
aparece “Jason Bourne” y que pretende ser una nueva trilogía: El legado de
Bourne.
En primer lugar cabe destacar que
la película está hecha por inercia total, como la trilogía original triunfó de
una manera potente se quieren aprovechar del éxito. De manera acertada Matt
Damon se negó a participar, y entonces contrataron a Jeremy Renner para hacer
de otro de los “soldados” del grupo de Bourne.
La historia que se presenta aquí
es compleja, al igual que las tres antecesoras, sin embargo la forma de llevar
el guion es errónea. Empieza con acción y sigue con acción sin explicar nada,
no sabes qué está pasando y te lías. Hasta que no avanza un tanto la historia
no consigues apreciar nada. Eso sí, como no hayas visto la trilogía original
olvídate de entender algo. No introducen nada ni te cuentan la historia
suavemente, van a saco y ya te apañarás. Y aun habiendo visto la trilogía de
Matt Damon varias veces te costará entenderlo, pues si ya esas eran enrevesadas
no te digo esta.
En el tema de los actores, Renner
no está a la altura. Ni se le acerca al carisma que transmitía el gran Jason
Bourne, que siempre contagiaba seguridad y el saber lo que se está haciendo.
Aquí se va más a lo loco sin saber porque ni como, pero él se lo juega y todo
le sale bien. Y nada que comentar respecto a la actriz, todavía es más notoria
la diferencia de Rachel Weisz con Nicky Parsons (Julia Stiles), no está a la
altura.
La acción es irreal. Al igual que
con Matt Damon las escenas de acción eran “reales” (digamos que podían ocurrir
si no te pones muy exquisito), aquí directamente entran en la ficción pura y
dura ya que es imposible que ocurran esas cosas. Me recuerda a la quinta parte
de Jungla de Cristal, que se cargan la realidad de las historias y acciones para
meter efectos por doquier. Esto es un grandísimo fallo pues la historia de
Bourne siempre se ha caracterizado por el
Thriller y no por la Ficción.
Concluyendo, como película no
está mal. El problema gordo es que han querido aprovechar el tirón de Bourne y
se han estampado con un muro de hormigón, cosa obvia pues Toni Gilroy no es
Paul Greengrass y Jeremy Renner no es Matt Damon. No hay necesidad de seguir
sagas que acaban de manera brillante, y si te lo quieres jugar al menos hazlo
bien para no echar al traste todo lo anterior. Espero que la próxima sea mejor
y regrese Damon o Greengrass para arreglar el destrozo que han hecho.
Mi nota: 5,5
No hay comentarios:
Publicar un comentario