Buenas gente, de nuevo viernes, y me tomo un rato libre de las obligaciones de la facultad para traeros una nueva reseña de otra de las grandes series que si no estáis viendo, os la estáis perdiendo.
Hoy toca hablar de Doctor Who
Doctor Who es, a la fecha, la serie más longeva emitiéndose actualmente (hace nada cumplió sus 50 merecidos años). Si una serie tiene 50 años y sigue emitiéndose en antena, algo bueno tiene que tener. Y en este caso, son muchas cosas buenas.
Primero hay que destacar que la serie tiene dos vertientes. La primera es la clásica, aquella que inició en 1963 y que concluyó en 1989, fecha en la que fue pausada (muchas cosas influyeron, pero suponemos que la causa más notable de la pausa fue que las audiencias ya no eran tan buenas como antaño). Durante esta época se crearon miles de personajes que dieron forma al multiverso de Doctor Who: El propio doctor (un anciano cascarrabias con una máquina del tiempo cuyo camuflaje está estropeado y ha quedado atrapada en la forma de una cabina de teléfono azul), sus compañeros (varios durante las muchas décadas de la serie, siendo una de las más destacables Sarah Jane Smith, a quién hace poco volvimos a ver), sus enemigo (creo que ningún otro personaje ha conseguido tener una galería de villanos (y no tan villanos) más extensa que la del doctor: Daleks (némesis por excelencia), Sontarans, Cybermen, Ice Warriors, Weeping Angels... (nótese que conozco más la era moderna de la serie que la antigua)-
En esta primera época, lo que buscaba la BBC era un nuevo programa de entretenimiento educativo, alguien les dijo: ¿Por qué no creamos una serie con un hombre que viaje a través del tiempo y el espacio en una cabina azul?. La idea les pareció buena, y así nació Doctor Who. En un principio, la serie constaba de seriales (un serial era una "saga" de 4 o más capítulos generalmente, que se emitían de forma semanal. Es decir un serial tardaba unas 4-6 semanas en estar completo. Estos capítulos originalmente tenían una duración de unos 20 minutos cada uno), y fueron alternando los seriales históricos con los que contenían elementos fantásticos (donde triunfaron los Daleks, que salieron pronto además, en el segundo serial).
Con el tiempo y la formación de su propio multiverso, Doctor Who adquirió una notable fama (y eso que casi siempre tenía problemas de presupuesto). Sin embargo, un día, el actor principal decidió irse de la serie (en parte por problemas con el equipo, en parte por problemas de la edad) y a los guionistas se les ocurrió que la serie podía continuar si el doctor podía renovar su cuerpo, todas sus células, para esquivar a la muerte, así nació lo que hoy día conocemos como regeneración, la que permite al doctor renovar su cuerpo y personalidad cada vez que "muere" y de paso, consigue un toque de frescura en la serie al cambiar a su protagonista.
Durante su larga trayectoria, la serie tuvo que usar este recurso en contadas ocasiones, y así teníamos cada X tiempo un nuevo doctor, llegando a ser siete los que pasaron por esta época. Como ya he comentado antes, esta primera época aún es bastante desconocida para mí (hace poco tiempo vi la primera temporada).
Con algún bajón en las audiencias (y puede que en la calidad, hay que tener en cuenta que la serie llevaba ya 26 años en antena), en 1989 la BBC decide ponerla en reposo.
En 1996, se intentó que el interés renaciese con una película (no, no era muy buena y no funcionó... aunque el actor que hizo de Doctor lo hizo bien, todo hay que decirlo, pero el argumento dejó mucho que desear). Se presentó al octavo doctor pero debido a que no consiguieron buenos resultados, la serie volvió a caer en el olvido.
Hasta que llegó la segunda de las vertientes, la de la época moderna.
En 2005, Doctor Who volvió a la pequeña pantalla (con un noveno doctor) y, a pesar de que algunos capítulos de la primera temporada flojeaban un poco, en general fueron bastante buenos, lo que dio paso a una segunda temporada (y a otro nuevo doctor).
Y aquí empieza la era dorada del Doctor. Con la llegada del décimo doctor (David Tennant), la serie ganó fuerza en las actuaciones y en los guiones (Si no recuerdo mal, el show runner de la época era Russell T. Davis, quien hizo un trabajo impecable). Si alguien quiere darle una oportunidad (deberíais) a la serie y quiere engancharse, éste es el momento oportuno. De la segunda a la cuarta temporada, actuaciones magistrales y buenas aventuras, diversión y terror a partes iguales (Grandes capítulos: La chica en la chimenea, Parpadeo, Medianoche, El fin del tiempo... y muchos otros)
Finalmente, llegamos a la actualidad. Desde la quinta temporada, Steven Moffat se encarga de la serie, con el nuevo undécimo Doctor Matt Smith. Esta era se acontece como más oscura que las anteriores (lo que no quiere decir mala). Sí que diré que este hombre propone muchos misterios que, o bien no se resuelven claramente, o tardan tres temporadas en hacerlo... Pero si te dejas llevar por la serie las aventuras en general siguen siendo muy buenas (algunas parecerán mejores y otras peores, pero eso va a gusto personal). Matt Smith encarna genialmente su papel como doctor (aunque no evita que eches de menos a Tennant). De nuevo, Grandes Capítulos: Vincent y el doctor, la Pandorica se Abre, el Big Bang, la mujer del Doctor, los ángeles toman Manhattan...)
Y llegamos a noviembre 2013, cuando se emitió un capítulo (que se emite en Syfy este mismo día 13 de febrero) con motivo del 50 aniversario. No pondré spoilers de este capítulo, ni del siguiente, el especial de navidad (quizá haga reseña más adelante), pero sí que diré que no os lo podéis perder. Y con ansias esperamos la nueva época, la octava temporada, que debería llegar el próximo otoño a la BBC.
Con todo esto, creo que os hacéis a la idea de cómo es la serie. Quién no le haya dado una oportunidad, se está perdiendo algo muy bueno
(De hecho, hace poco enganchamos a un amigo a las dos series, a ésta y a Arrow xD)
Se despide,
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