Tras unas semanas con intenso
trabajo y diversos problemas… regreso al blog con la segunda película de la
Trilogía del Cornetto: Hot Fuzz (me niego a llamarla con la traducción
española). Cabe decir que aparte del horrible título español, cometen un fallo
gordísimo en la traducción de algunas frases a lo largo de la película, sin
duda la que más llama la atención es decir: “Palabra con 7 letras” “Fascismo”.
Sí, se entiende que en inglés es Fascism, por tanto son 7 letras, pero en
Español no. Simplemente con haber doblado: “Palabra con 8 letras” no se
cometería ese fallo tan infantil.
Dejando aparte este tema nos
encontramos con una obra muy parecida a la primera. La base es similar, mezclar
las historias de tensión, acción y comedia en una historia absurda a la vez que
atractiva. Y sin duda acierta el gran Edgar Wright, se sigue notando que no
pierde el pulso ante sus ideales, diferentes al resto, y no se deja influenciar por nadie. Te añade
escenas sin venir a cuento que no puedes dejar de reír ni de pensar en ellas
aun habiendo pasado varios días, y si se visiona la película por segunda vez
todavía te das más cuenta de los detalles.
En este caso el argumento básico
es el siguiente: Un policía es destinado a un pueblo pequeño, y empieza a
descubrir que no todo es tan bonito como piensan sus vecinos. Se empieza a
desentramar unos asesinatos, cada cual sin ninguna explicación coherente, sin
embargo este obsesivo policía (interpretado por Simon Pegg) no cesa en su
empeño por descubrir que ocurre y que podría acabar ocurriendo. Su compañero de
viajes es otro policía, bastante estúpido (Nick Frost).
Las alusiones tanto al Cornetto
como a Zombies Party son palpables. Al menos recuerdo tres escenas en las que
se puede observar este fenómeno, aunque la más obvia es la del supermercado
cuando se muestra claramente la carátula de Zombies Party. La interpretación de
los dos protagonistas también es considerablemente similar a la primera
película del Cornetto, el humor y estilo de ellos se mantiene y siguen
realizando un trabajo muy exquisito.
Por otra parte, me llama la
atención que la película no está catalogada para mayores de 18 años. Muchas
situaciones son bastante duras (se acercan a momentos gore) y a mucha gente le
puede impactar. Entiendo que así se abren más mercado, sin embargo desde mi
punto de vista esto diluye un poco la magnífica ejecución. No quiero ni pensar
en qué se podría convertir la película si fuera catalogada para mayores de 18,
sin duda algo más oscuro y tenebroso, pero creo que más efectivo.
Finalizando, una nueva buena
película de Edgar Wright, con un final que considero inesperado y que no es tan
evidente como pudiera parecer, aunque no tan brillante como podría haber sido.
Mi nota: Un 7,5.
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