Esta película es la primera de
esta característica trilogía que mezcla el terror y la comedia en todas ellas.
En esta cinta el nombre que se ha utilizado en España es “Zombies Party”, sin
embargo el nombre original es “Shaun of the Dead”. Para poner otro título en
inglés podrían haberlo dejado tal cual, pero bueno.
Se consigue lo que se pretende,
hacer disfrutar al espectador con la unión de escenas absurdas, atrevidas y
diferentes. La mezcla comedia-terror es perfecta, y los guiños a otras
películas son muy notorios. Edgar Wright nos muestra su brillante cabeza para
dirigir esta película, al igual que su atrevimiento para creer en este cine diferente
que no se había visto hasta ahora.
Para hacernos una idea, es como
si cogieras Scary Movie y lo mezclaras con The Walking Dead. Eso sí, sin el
humor barato que caracteriza a la saga de Scary Movie.
El director, Edgar Wright,
convierte un guion genial en una película brillante. Su trabajo es muy bueno y
lo convierte en un referente, eso sí, solamente en este tipo de cine que lo
clava en sus últimas cuatro películas. Veremos cómo serán sus próximos proyectos, espero que evolucione para bien y pueda
dirigir gran cantidad de géneros.
El actor principal es Simon Pegg,
que además también contribuye en el guion. Su interpretación es brillante,
puede hacerte pasar de una gran carcajada a una gran tensión interior por ver
cómo puede salvar las diferentes situaciones que vive a lo largo de la
película. Y aunque es el principal y el que lleva el peso de la película,
también está Nick Frost que borda su papel del tonto típico del cine. Sin duda
es el que más humor aporta gracias a sus diálogos y a sus expresiones, lo mejor
de la película.
Hay varias escenas que pasarán a
la historia. Empezando por el lanzamiento de vinilos para intentar matar a unos
zombis junto con la escena con la canción de Queen “Don’t stop me now”. Rozando
la perfección con esta escena.
Juntando todas estas
características solo se puede obtener una muy buena película. Y aunque
predomine la comedia y el terror, también nos encontramos ante escenas
sensibles para determinadas personas llegando hasta el extremo un poco gore.
Bien es cierto que se ve que no son reales las escenas, pero aun así podrían
herir la sensibilidad de algunos.
Por último me gustaría destacar
la parte de tensión. La película no es predecible, por tanto nunca vas a saber
qué va a ocurrir ni porqué, también debido al terror absurdo que caracteriza a
Edgar Wright viendo su trayectoria. Por esto mismo siempre estás en tensión de
qué va a ocurrir o qué puede ocurrir, lo cual considero que es muy difícil de
hacer viendo que gran cantidad de películas son extremadamente previsibles.
Mi nota: Un 8.5. Muy buena
película, pero tal vez se quede un poco corta en cuanto a duración ya que hay
cosas que podrían haberse explicado, pero esto ya es ponerse exigentes ya que
el director no pretende que lo entendamos.
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