No todos los señores estelares cayeron a manos de sus esclavos...
Uno de ellos consiguió no sólo escapar sino mantener a una gran cantidad de siervos bajo su yugo, dormidos esperando a que su amo les llame.
Consiguió zafarse del Silente y de su ejército y huyó a los confines de la galaxia donde gastó parte de sus energía en crear unos sencillos y extraños seres. Malherido y exhausto intentó buscar un sistema donde descansar y recobrar fuerzas. Así hubiera sido de no ser por Él...
Derrotado y muy debilitado se halla encadenado, donde sus nuevos enemigos experimentan con él y le drenan su poder un futuro muy desafortunado para aquel que una vez pudo dominarlo todo. Pero algo ha cambiado en él nota, aunque muy distante, voces implorándo sus órdenes...
...
Los Guerreros del Bien Supremo se encuentran en un planeta deshabitado donde esperan asentar una base de operaciones que les resultaría vital para comenzar la conquista de ese sector. Sus exploradores no tardaron en encontrar una necrópolis, aunque no fue gracias a sus radares. Apenas les dió tiempo a preparar sus armas cuando los letales guerreros mecánicos comenzaron a atacar. Los bravos guerreros Tau ya estaban acostumbrados a luchar contra esta amenaza, sin embargo estos necrones luchaban de una manera distinta, demasiado violenta, incluso para los necrones.
Poco a poco la partida se volvía cada vez más cruenta, pero los Tau no acababan de rendirse, pero con un gran estruendo y un ensordecedor rugido se dio a conocer una nueva amenaza. Grandes cantidades de gantes aparecieron de la nada disparando y despedazando a los guerreros de la Casta de Fuego, grandes tiranos alados descendían de los cielos buscando aniquilar a las armaduras que brindaban la mayoría del disparo antitanque. Los que más desconcertaba a los Tau era que sus dos enemigos ( que eran adversarios entre sí) se ignoraban entre sí, acaso estaban presenciando la primera alianza entre otra raza y el Gran Decorador? En ese momento la prioridad pasó de acabar con el enemigo a huir para poder advertir al resto de esta nueva amenaza. El Etéreo que dirigía el ejército había perecido y la moral de las tropas se estaba desvaneciendo ante las innumerables hordas de enemigos que se dirigía hacia ellos. Un comandante con su escolta se dirigía hacía la última nave de desembarco que quedaba pero al ver esta explotar se giró hacia sus enemigos, preparó sus armas y se encaró a la multitud de enemigos, habían fallado, pero se iba a encargar de exterminar a cuantos pudiera...
Así, la nueva amenaza se dió a conocer, avanzando hacia su siguiente objetivo.
Mr.Q
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